Uno de los métodos de producción más valorados por algunos mercados europeos, es el control total sobre los pesticidas e insecticidas mediante el uso de listas restrictivas de materias activas. Productores que quieren marcar diferencias ante estos desafíos de tras habilidad y control fitosanitario están produciendo con métodos de Control Biológico Integrado; que en definitiva es la utilización de fitosanitarios e insectos beneficiosos para controlar las plagas y enfermedades de los cultivos. De esta forma y para muchos tipos de frutas y hortalizas como la fresa, el tomate o los pimientos; la tras habilidad y garantía de la calidad y ausencia de residuos están garantizados y el proceso se simplifica.

En Huelva y en otras zonas productoras de fresa de la Península Ibérica e Islas gCanarias cada vez más productores están destinando parte de su producción fresera a cubrir estás líneas tan atractivas para los supermercados y grandes cadenas europeas.

En el mundo de la fresa tenemos diferentes desafíos como son la extinción en el uso del bromuro de metilo que en poco tiempo debe ser sustituido por métodos de desinfección diferentes y más respetuosos con el medio ambiente. Las cadenas de supermercados y los consumidores finales están cada día más preocupados por lo que consume, y no dudan en establecer diferentes líneas de frutas y hortalizas que diferencian con una marca o un sello de máxima calidad.

El uso de insectos beneficiosos combinado con la utilización de productos fitosanitarios más selectivos hace que en cultivos como las fresas, frambuesas y zarzamoras sea posible satisfacer las demandas del mercado en cuanto a obtener el producto de máxima calidad.